Esta es una historia protagonizada por un cliente y amigo, David Pereira, en la que me mostró el arte de comprar una casa. Una fantástica casa, en poco tiempo, con una negociación normal, un trato agradable con la parte vendedora y una elección brillante.
Conozco a David desde que somos niños, y por haber hecho formación comercial en su empresa, hablamos muchas veces sobre la venta, las motivaciones de los clientes, el por qué se elige un producto u otro.
En este caso no era teoría, ahora David se planteaba de verdad comprar una casa. El era el protagonista de ese proceso de decisión.
Dentro de todas las elecciones de compra que podemos hacer, desde luego la compra de una vivienda es una de las más importantes y donde hay más en juego, no es una elección fácil.
Le llamé un día, le hice un comentario sobre algún tema inmobiliario, y comentó: Oye, por qué no me compro una casa?
En pocos días, se puso en marcha.
Imagino que al ser empresario y tomar decisiones constantemente, le fue fácil el proceso. Sorprendentemente fácil.
Me dijo que quería un chalet moderno, de esos cúbicos de cubierta plana. Habló con un arquitecto de su confianza y le quitó la idea de la cabeza ( a veces para decidir bien es bueno apoyarte en consejos de personas de tu confianza).
Entonces buscamos en nuestra zona, en el Morrazo, un chalet cerca de Vigo, que pudiese gustarle. Encontramos una vivienda espectacular, con estilo provenzal, vistas al mar, piscina infinita y un jardín fácil de cuidar.
La casa le encantó antes de visitarla, y al verla confirmó que la quería. A la primera.
La negociación fue fácil, aunque hubo un pequeño momento de tensión, se solucionó con facilidad. Después el se portó bien con la vendedora y la vendedora fue amable con él, informándole de todo lo que necesitaba, poniéndole en contacto con el constructor de la casa..
David me ha agradecido durante la conversación que tuve con él para hacer este artículo, la gestión que Jose y yo hicimos para él desde inmobiliaria Pastoriza, tanto en el momento de la compra como después, con las gestiones de cambio de suministros y asesorándole en lo que necesitó.
También fue una compra con arte porque apenas necesitó cambiar nada, hizo un cambio de chimenea para hacerla más segura, el suelo del salón y poco más, el resto de la casa estaba perfecto para él.
Incluso pudo encontrar un espacio profesional para su pareja, la escultora Cristina Rommel, en la planta baja aisló con cuidado una zona de taller donde ella crea sus esculturas de mármol y metal, algunas se muestran en la casa y el exterior convirtiendo esta fantástica casa, además en una galería de parte de su arte.
David está feliz con su elección, contento con la casa, con lo poco que tarda en llegar a su empresa, en Mos, contento con los vecinos, con los servicios que tiene alrededor, contento con su decisión.
Hoy esta casa provenzal es el hogar de David y su familia, y haber contribuido a que la haya encontrado y esté feliz con su decisión es una gran satisfacción para mi.
Es una frase muy utilizada en el sector, pero creo que muchas veces es verdad que ayudamos a los clientes a hacer sus sueños realidad.
Fernando Simón
639415426
Agente inmobiliario
